¿Quienes Somos?


Somos jóvenes herederos de la importantísima tradición de lucha incesante que ha mantenido nuestro pueblo desde la configuración del primer movimiento insurgente que se asomo a la historia nacional, somos hijos de este pueblo que aunque cansado, aún se atreve a soñar en un futuro, no decimos mejor porque creemos que no ha habido espacio para pensar en un “mejor” en medio de tanta muerte y miseria, sinceramente creemos que es pertinente decir que solo eso sueña nuestro pueblo, un verdadero futuro, tangible, real, un futuro que sabe a leche para los niños del Chocó, que sabe a calidad educativa para los compañeros universitarios, que sabe a justicia para los compañeros encarcelados o asesinados por el régimen, mejor dicho que sabe a la miel de la victoria que ansiamos las mayorías de nuestro país; y en este sueño nuestro principal deber es mantenernos como centinelas, siempre prestos a avanzar en su consecución, siempre prestos a luchar por qué no se borren del horizonte los  objetivos de la revolución, ni mucho menos de la memoria de las nuevas gentes que pueblan este valle de alegrías y tristezas.


  

Juventudes M-19 fué en principio una iniciativa de jóvenes de distintas Universidades de Bogotá que coincidimos en el carácter disidente de nuestras propias apuestas políticas y decidimos construir un discurso revolucionario con el cual sumarnos a los procesos contra hegemónicos, alternativos y de lucha popular que requiere nuestro país para superar la actual crisis política, social y económica; Hoy, luego de poco más de un año de trabajo incesante el proyecto toma un matiz organizacional distinto al que se había planteado en un principio: dejamos de ser una organización clandestina universitaria del distrito, para empezar a construirnos como una Organización Juvenil Popular Clandestina de caracter nacional, autogestionada, autonoma, independiente de altos principios etico - politicos configurada para apostarle a la construccion de escenarios reales y tangibles de poder popular a través del trabajo con comunidades en el Distrito Rebelde (Bogotá), la Comuna de  Resistencia (Cali), el fortín cívico (Pereira)  y la Ciudad Comunera (Bucaramanga) sin dejar de lado la lucha por la Universidad publica como último refugio del pensamiento crítico y la iniciativa transformadora de la Juventud Colombiana.
Como colectivo nos sumamos al creciente número de organizaciones juveniles, tanto clandestinas como no clandestinas, que desempolvan y vuelven a sacar a la luz pública las olvidadas banderas del EME poniendo en el centro del debate la vigencia de uno de los proyectos revolucionarios que más ha causado movilización en nuestro país. 
Hoy Las juventudes del movimiento 19 de Abril -JM19, es una organización política clandestina  de carácter popular, contra hegemónica, fundada en el principio de la horizontalidad, democrática, autónoma y rebelde que opera en algunas instituciones de educación superior públicas y privadas de la nación, algunos barrios populares de Bogotá, Cali, Pereira y Bucaramanga e instituciones educativas de secundaria buscando rebelar los distintos sectores políticos inconformes con las actuales formas de gobierno  que configuran las comunidades con las que se comparten las muchas  problemáticas que son el día a día de millones de colombianos con el objetivo de luchar por  la recuperación del poder para la clase popular para ello se busca la consolidación de la Propuesta Nacional de Brigadas

Retomando los principales aportes teóricos del socialismo raizal de Fals Borda, la ética libertaria de Errico Malatesta, y la Pedagogía Critica de Paulo Freire, construimos un modo de entender el proceder ético – político de la organización desde la perspectiva del M – 19 en relación con la lectura del EZLN (México) y el MLN Tupamaros (Uruguay) ya que creemos necesario poner en dialogo las distintas manifestaciones insurgentes que se han dado no solo en nuestro país sino en el continente con el fin de ampliar el espectro político desde el cual nos paramos para dirigirnos a los estudiantes, maestros y jóvenes de los sectores populares que son hoy por hoy el eje de nuestra praxis revolucionaria. 
El fundamento político de la organización recoge lineamientos ético-políticos del M – 19 como los afectos, la Unidad, la democracia y el ejercicio político como construcción permanente de propuestas de cara a las problemáticas del país. Al mismo tiempo retoma elementos teóricos y prácticos traídos desde otras experiencias latinoamericanas (FSLN, EZLN, FFMLN, MLN – Tupamaros, MIR – Chile) con los que se busca complementar, ampliar y redefinir un horizonte político adecuado al contexto nacional.


La Democracia Raizal es la bandera de lucha de la organización pues el momento histórico la señala como aquella que es transversal a todas las luchas populares del país (Comunidades indígenas, clase trabajadora, campesinado, clase media en decadencia etc.). la democracia raizal hace referencia al proyecto de construcción de una democracia plena en nuestra nación restituyendo el poder a la gente, (Poder Popular) dándole la capacidad de decidir sobre los distintos aspectos que afectan su vida redefiniendo el concepto de la representatividad como manifestación de una voz que recoge y acata lo que dicen las voces de las mayorías a la vez que se construyen espacios reales de participación y decisión colectiva que permitan tomar partido en la solución de las problemáticas que afectan las comunidades.
 
Si bien es cierto que el carácter de la organización es clandestino, aunque avala la interrelación con organizaciones no clandestinas, así como con organizaciones de carácter popular – comunitario y de derechos humanos, esto con el fin de propiciar un escenario apto para la construcción de un tejido social desde el cual catapultar nuestras propuestas, nuestros debates, nuestro discurso y nuestra lucha, buscando siempre el modo de hacer nuesrta palabra  transversal a los discursos propios de cada organización hermana, en palabras simples se trata de hacer lo que intento hacer Camilo Torres R., “prescindir de lo que nos separa, insistir en lo que nos une”. 
Somos una organización adherente a la Plataforma A Encapucharte que opera en el Distrito Rebelde desde hace casi un año, y nos manifestamos como ferreos defensores de este tipo de iniciativas por que somos concientes de los grandes pasos que hemos dado tanto en lo politico como en el crecimiento operativo propio de la organización  junto con los hermanos del Colectivo Alma del 68, el Movimiento I.R.A, el Movimiento E.T.A. - 24, los compañeros de Clanes Estudiantiles, El Colectivo SUR, y el Movimiento Jaime Bateman Cayón, juntos hemos llevado a la practica la tesis que plantea " que la suma de pequeñas fuerzas dispersas, puede desenvocar en la manifestación de una gran fuerza"; Hoy la Plataforma se proyecta como eso: una gran fuerza politica de caracter Alternativo, por lo menos en el distrito, que aunque tiene muchisimas falencias y debilidades por superar, ha conquistado un espacio dificil de mantener en "tiempos en que todos contra todos, en tiempos en que nadie escucha a nadie".

Decidimos formar un grupo clandestino diferente, que va mas allá del tropel por el tropel, que ve con buenos ojos las nuevas maneras de subvertir el orden desde el arte, desde la tertulia, desde el encuentro y convergencia de distintos sectores, todo esto con el fin de expresar nuestra inconformidad y tomar una posición crítica frente a los problemas de miseria, hambre, corrupción y explotación que cada día se agudizan en el país.

Es precisamente, ante este panorama desalentador, que hemos decidido aportar desde nuestros saberes y conocimientos, mecanismos de defensa como la educación, entendiendo está como un instrumento de liberación, de concientización y emancipación para nuestra gente, a partir del cual delineamos nuevos caminos de resistencia que reivindiquen la dignidad de los pueblos, para no repetir los errores de los que da cuenta la historia y tener un pensamiento y un actuar crítico y transformador sobre la realidad.




Como organización reivindicamos el proyecto de construcción de una patria justa para todos y todas, por eso ahora denunciamos, combatimos, trabajamos y resistimos hombro a hombro con el pueblo; en las universidades y barrios levantamos las barricadas en legítima defensa: la acción directa se convierte para nosotros en un método de presión, un método para desgastar las fuerzas represivas del régimen, un método para devolverle los golpes al enemigo, pero sobre todo una manera de respaldar con la fuerza de la violencia revolucionaria nuestras propuestas políticas; así, el tropel deja de ser un fin en sí mismo y se convierte en una herramienta para asegurarnos la existencia en la resistencia; claro, como toda herramienta política, la acción directa puede ser abandonada siempre y cuando las condiciones políticas ofrezcan garantías para llevar la lucha por otros caminos, pero, como vemos la situación esta aun es una posibilidad lejana. 
Sobre el trabajo:



Básicamente el trabajo de la organización se orienta en dos vías, la vía interna busca formar de manera integral cuadros revolucionarios que operen en escenarios locales o micro políticos y la via externa busca que el trabajo se enfoque hacia la canalización de las distintas luchas reivindicativas que le apuntan a la creación de una cultura política como derrotero de un proceso de emencipaciòn. 


La vía externa busca trabajar en propuestas de organización alternativas potenciando procesos de educación popular, formación político-militar, medios comunitarios de comunicación etc., que reactiven la voluntad de lucha de las mayorías y que forjen caminos de acción conjunta con las demás organizaciones y sectores en lucha a través de la articulación y el consenso como ejercicio político para generar las condiciones previas de un proceso revolucionario caracterizado por la deconstrucción de los esquemas de pensamiento considerados como únicos e inmutables que sustentan las políticas de dominación y por la ruptura de las formas tradicionales de organización del Estado a través de la construcción permanente de escenarios alternativos de gobierno según las necesidades de cada contexto.


El trabajo de la organización no puede ser definido como trabajo de masas, en tanto la lectura política de la organización apunta hacia el trabajo focalizado y articulado con distintas comunidades con el que se busca entregarle al país un tejido social reconstruido que bajo el principio de la democracia le permita a las mayorías desarrollar formas alternas de entender la realidad nacional y asumir la responsabilidad política frente a la necesidad de transformación.


En la práctica lo que se busca con el trabajo es que a la vez que se desarrolla la dimensión política como proceso formativo se construyan estructuras de choque que respalden con la fuerza las decisiones, demandas y exigencias colectivas.

Exigimos nuestros derechos, educamos en la rebeldía, la justicia, la solidaridad, y los afectos; construimos poder popular y le apostamos a la Decisión de Ser gobierno, todo esto, desde abajo y desde la izquierda, porque para hacer parte de la revolución, debemos arrancar desde ahora con nuestros sueños y  nuestros anhelos aun frescos.

Porque estamos cansados que al pueblo nunca le toque:

SOMOS REBELDES CON CAUSA:
LA DEMOCRACIA RADICAL